Resumen sobre la fisura anal para pacientes
¿Qué es una fisura anal?
La fisura anal es una solución de continuidad en el revestimiento del ano. Suele causar dolor y sangrado durante las deposiciones y, en ocasiones, espasmos en el esfínter anal.
Síntomas comunes:
- Dolor agudo y ardor al defecar, que puede durar varias horas.
- Sangrado leve, generalmente sangre roja brillante en el papel higiénico o en las heces.
- Picazón o irritación alrededor del ano.
- Presencia de una pequeña protuberancia cerca de la fisura (en casos crónicos).
Causas principales:
- Estreñimiento y evacuaciones duras o grandes.
- Diarrea crónica.
- Trauma durante el parto.
- Esfuerzo excesivo al defecar.
- Inflamación en enfermedades como la enfermedad de Crohn.
Prevención y cuidados básicos:
- Dieta rica en fibra: Consume frutas, verduras y cereales integrales para mantener las heces suaves.
- Hidratación: Bebe suficiente agua diariamente.
- Evita el esfuerzo: No te esfuerces demasiado al defecar.
- Higiene: Lava el área anal suavemente con agua tibia después de evacuar.
Tratamientos iniciales:
- Baños de asiento con agua tibia durante 10-15 minutos varias veces al día.
- Uso de cremas o pomadas tópicas que alivien el dolor y favorezcan la cicatrización (consultar con el médico).
- Analgésicos para el dolor.
- Suplementos de fibra o laxantes suaves para prevenir el estreñimiento.
Cuándo consultar al médico:
- Ante la aparición de síntomas, debes consultar para poner el tratamiento de forma precoz.
- Si el dolor o el sangrado son graves.
- Si la fisura es recurrente o crónica.
Tratamientos quirúrgicos:
En casos crónicos o graves, el médico puede recomendar:
- Inyecciones de toxina botulínica para relajar el esfínter.
- Cirugía (esfinterotomía lateral interna) para aliviar la tensión muscular y permitir la cicatrización.
Nota importante:
Aunque la fisura anal es común y suele mejorar con tratamientos básicos, es fundamental buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.