La Hernia Inguinal, la hernia crural, la hernia epigástrica y todas las hernias primarias, es decir las que salen por los orificios naturales de nuestro cuerpo, sin que tengamos una operación con cicatriz previa de la zona, se diagnostican como hemos dicho con la exploración física por el cirujano especialista: con la inspección ocular y con la palpación de la región anatómica por dónde pueda salir la hernia.
No obstante, es muy conveniente cuando vamos a operar una Eventración o Hernia Incisional (las que salen en la cicatriz de una antigua operación sobre nuestro abdomen) solicitar exploraciones de radiodiagnóstico que nos permitirán un a mejor visión de toda la región herniada y del estado de los músculos de alrededor.
Los actuales medios de radiodiagnóstico permiten llegar a un diagnóstico y conocimiento del diametro de la hernia y estado de los musculos a reconstruir que ayudan en la planificación de la reparación quirúrgica y colocación en el espacio anatómico adecuado de las protesis. Generalmente se hacen de forma dinámica, haciendo fuerza para evidenciar el defecto herniario.