En ocasiones, puede experimentarse una clínica similar al cólico biliar en personas que no los tienen o bien los tienen pero son demasiado pequeños para ser detectados mediante ecografía.
Este trastorno se puede desarrollar cuando la bilis queda bloqueada en la vesícula biliar por la presencia de barro biliar, demasiado pequeño para ser detectados por ecografía.
También puede producirse por la presencia de cristales de colesterol no visualizados por ecografía o porque la vesícula biliar no presenta un adecuado vaciamiento por razones desconocidas (por ejemplo discinesia biliar).
Se sospecha de este trastorno si una persona presenta dolor biliar pero la ecografía no muestra presencia de cálculos.
No está clara cuál es la mejor manera de confirmar el diagnóstico. Por lo general, se realiza una ecografía, una Resonancia Magnética o una ecografía endoscópica. Algunas veces se puede hacer una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). En algunos casos, se realiza un tipo de gammagrafía denominado gammagrafía biliar después de administrar a la persona un fármaco que hace que la vesícula se contraiga.
La colecistectomía puede hacer que se resuelvan los síntomas en la mayoría de las ocasiones.
Las terapias farmacológicas no suponen un beneficio comprobado.